Dublinés (2012) por Alfonso Zapico

El historiador e ilustrador asturiano, nos trajo otro gran relato ilustrado, como es Dublínes. El retrato a James Joyce, uno de los mayores poetas y novelista de la capital irlandesa y, el paso de esta a lo largo de su maltrecha vida. Con "Dublínes" Alfonso Zapico consigue su cuarto premio, "Premio nacional del cómic", siendo el primero otorgado a su segundo cómic "Café Budapest", el cual recibió el premio Hartux (Salón internacional del cómic del Principado de Asturias) al mejor Guión.
Dublinés es un memorable tributo a uno de sus poetas y novelistas más relevantes que tuvo la ciudad de Dublín dentro del modernismo vanguardistas. Para ello, el historiador Alfonso Azpico, nos ilustra su vida desde sus antepasados. Donde se pueden encontrar desde agitadores católicos, pasando por vividores que se aprovechaban de unirse a jóvenes enriquecidas, y maestros, con demasiado talento; pero a todos les llevaba por el camino de los mismos vicios: eran vividores y mujeriegos. Motivo por lo cual siempre acababan perdiéndolo todo, dejando a su familia en la absoluta pobreza. Pero si de algo hay que aprender de un Joyce, es que el siempre sabe hacer negocios y cuando quiere, saca a la familia adelante; pero siempre suele volver los demonios que le hacen perder todo.

El cómic esta basado en la vida del poeta y novelista James Joyce, centrado más bien en la educación desde su infancia hasta llegar a su madurez. Un recorrido por el que quiso conocer más a las personas que a los dogmas, en los que estas, estaban sumidas (siguen estando). Con la muerte de su madre, una señora muy beata, y el hundimiento definitivo de su padre en el alcohol, James decide que su futuro no pasaría por estar en Dublín. Apostando fuerte por encontrar más fortuna en el nuevo viejo continente, partiendo a Londres, donde pasarían por París, hasta Suiza. Pero que por motivos legales tiene que salir hacía Italia.Lo peor que le puede llegar a pasar es que se convierta en una escritor incomprendido, y que arrastre la maldición de su familia, dándose a la bebida como escape de cualquier sentimiento a ser un fracasado. ¿Que le deparara en su viaje por Europa a el escrito irlandés? ¿Conseguirá convertirse en el poeta y novelista que había soñado una vez?

Muy pocas veces me he llegado a atrever a leer una novela gráfica. Sobretodo, si lo he intentado, el lograr terminarla; pero con Dublinés, es otra cosa diferente. Por su dinamismo, por la vida que desprende cada personaje y sobretodo, no es repetitivo en la lectura y en la viñeta. Haciendo en todo momento que su lectura sea ágil a la vez que amena.

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