Russell Crowe ese maestro que hace aguas


Desde hace mucho tiempo, el actor Russell Crowe se le ve en capa caída. Con papeles mediocres en películas insulsas donde no llegan a percibir ni el entretenimiento del espectador. Desde luego que le hace falta que un nuevo Ridley Scott, o el mismo Ridley Scott le vuelva a dar un nuevo papel para dar más credibilidad a la carrera cinematográfica que el propio Crow perdió hace muy poco. Para la ocasión el propio actor se hace con un hueco detrás de las cámaras, ejerciendo de director para un film que no ha encontrado la forma de enfocarlo. Dejando la historia en un relato muy frió con unas interpretaciones totalmente superfluas. Las cuales le llevan a la primera guerra mundial entre los países de Australia y Turquía.
Russell Crowe interpreta a un granjero australiano, Joshua Connor, el cual vive desolado junto a su esposa tras la muerte de sus tres hijos en la guerra. Justamente en el país turco. En un arrebato de locura la esposa del granjero se suicida. Éste emprenderá un viaje hasta el país oriental para encontrar los cuerpos de sus hijos, enterrándolos junto al cuerpo de la madre de ellos. La suerte se pondrá de su parte cuando se entera que uno de los hijos todavía sigue vivo.



¿Padre coraje? no, ¿Salvar al soldado Ryan basándose en la primera guerra mundial? podría ir por ahí los tiros, pero tampoco. El maestro de aguas es un film con muy buenas intenciones que se queda en eso. Con unos personajes muy planos, muy poco profundos y detallados. Dentro de unas situaciones muy poco o nada creíbles. Tanto el trato con los oficiales turcos, o el intento de emparejamiento entre Joshua y la regente del hotel Ayshe. Una mujer que tiene un odio hacia los australianos, odio que lo deja de lado sin motivos ni explicaciones. Dejando un film donde su punto más fuerte es la banda sonora original. Por lo demás será una buena excusa para comprobar lo buenas o malas que son las butacas del cine.

Nota. - 4'5/10.

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