Ocho apellidos catalanes,Sin nada de flow en esta película

Aprovechando el tirón que tuvo en el 2014, los "Ocho apellidos vascos", convirtiéndose inexplicablemente en un fenómeno de masas, y así, la película con mejor estreno de todos los tiempos del cine español. Sinceramente, habrá que contratar a Iker Jiménez, para que investigue este caso tan poco normal, no paranormal, que también puede serlo. La productoras deciden sacar corriendo una secuela, establecida en Cataluña, "Ocho apellidos catalanes". Repitiendo reparto, con la incorporación de Berto y Rosa María Sardá, actriz que es lo mismo que el espetec para la casa tarradellas, lo que Rosa María Sardá para la comedia catalana. No hay ninguna sorpresa en lo que te vas a comer, y seguramente, a lo mejor, hasta saques esa sonrisa de saber que es lo que estás comiendo. Esa de decir, genuinamente auténtica, inconfundible.
Cumpliendo con todos los pronósticos, su secuela obtendría un resultado parecido en lo que se refiere en la taquilla, para unos guiones que, tal vez, tendrían su porqué hace diez años y, dejando una historia con una calidad que no llegan ni a la altura de Vaya semanita, programa de parodias de la ETB, o la hora chanante. En el cual ridiculizan a esta sociedad tan sumamente "moderna", la cual todavía la falta un enorme hervor. Sobre todo mucho respeto, a todo eso que no llega a comprender, o conocer. Estoy totalmente seguro que Berto diría en su Videoblog de cine, si con "Ocho apellidos vascos", les salió de Chorra, en lo de la taquilla, en "Ocho apellidos catalanes", les han dado un buen churro a todos los que pagaron por ver esta cosa. Un film en el que está muy lejos de poder ver al incómodo de Berto en su salsa, con lo bien que le llega la espontaneidad junto a Buenafuente, y lo mal que le sientan estos guiones prefabricados, de una argamasa, hecha a base de demasiada arena y tan poca agua.


Ocho apellidos catalanes la falta un guión mucho más ingenioso, con la de maestros del humor que nos han dejado en la historia del cine, muchos de ellos ironizaba con una frescura, y con un paladar tan fino, que eran capaces de insultarte en tu cara, y tu reirte. Podrían haberles cogido un poco de ese arte, dejando una historia boba, sin gracia y sin sentido. Y lo peor, más previsible que el sabor del agua, que si sabe a algo, es porque hay algo que no va nada bien. O se pasan media hora sin ningún tipo de gracia o están saltando de chiste en chiste sin ningún tipo razón, y cuando llegan y salen con los ocho apellidos catalanes...
Seguramente que si hubieran esperado a hacer un guión más completo, más original, más creíble, seguro que hoy sería una secuela de un film que tuvo la gracia en la taquilla, y que solo la ha dejado en un film donde ha dejado el paso a un atraco a mano armada...

Nota: 2/10.

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