"Manchester frente al mar", Esas cosas que pasan irremediablemente y que nosotros lo llamamos vida...

El cine independiente de autor Norteamericano, se vuelve a vestir de gala, para ir con seis nominaciones a la ceremonia de los premios Oscar. Si los cálculos no me fallan, "Manchester frente al mar", es la tercera película del director y dramaturgo Neoyorquino, Kenneth Lonergan. El cual se vuelve a encontrar en un nuevo proyecto, esta vez solo como productor del film, a Matt Damon. Llegando a tener en irreprochable reparto con las intervenciones de Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler , o el cameo que hace el ya veterano actor Matthew Broderick, el cual para mí, su carrera dejó de brillar hace mucho tiempo. Dejando sus papeles principales, para ser el actor secundario, o figurantes, dentro de una trayectoria, donde se le hubiera hecho merecer más.


El cómo afrontar la pérdida, a través de varias situaciones, y escenarios. De cómo un hombre, elige la violencia, como método de calmar todas sus pequeñas frustraciones. Manchester frente al mar, es el relato de cómo la vida es los baches que nos vamos encontrando en el camino, y cómo decidimos afrontarlos, o estancarse, y morir entre los múltiples problemas que nos han surgido. De esta forma, el director y guionista Kenneth Lonergan, sabe esconder muy bien las cartas, a la hora de ir confeccionando el trama de la película. Describiendo a un personaje, que parece estar en un mundo, al que no le pertenece nada, y que realmente le importa muy poco. Haciendo unos flashback, irá desentrañando el porqué de la aptitud de Lee Chandler. Una persona aparentemente normal, que verá cómo su vida va cayendo poco a poco, y cómo él no puede hacer nada para poder impedirlo. Cómo sus remordimientos, hacen que le puedan vencer y que no pueda ver otra cosa más allá de la aceptación, a la soledad que él mismo se ha creado. Como si fuera un muro que no lo deja ver más allá de sus lágrimas, las cuales las oculta bajo la agresividad descontrolada, que surge tras el alcohol. 
Casey Affleck logra hacer un gran papel, al meterse en la piel de Lee Chandler (con sus peros que diré más hacia adelante). Un fontanero que en medio de una tormenta personal, tendrá que hacerse con la custodia de su sobrino, tras la muerte de su hermano. Digamos que Lee es una persona muy tímida, reservada a hablar con ciertas personas, y cómo se estanca a la hora de tener una nueva relación, tras la ruptura con su mujer Randi.  Michelle Williams se mete en la piel de una mujer destrozada, hundida, que despues del terrible incidente, se empieza a formar una nueva vida. Siempre con ese sentimiento de culpa. Pero no de la misma forma de lo que ha tenido que llegar a vivir su ex marido. Aquí es donde me hubiera gustado mucho más, que hubiera tenido una presencia mucho más activa dentro del film. Pues es una actriz, que aunque aparece poco, sabe llenar la escena. 
Como dato negativo, está en la lentitud de mostrar el proceso de la película. La cual se muestra muy larga, con unos contextos que se repiten en varias ocasiones, dejando así como un drama , muy poco denso. El personaje principal esta muy bien trabajado, pero su frialdad, la que muestra en casi todo el momento, no hace que llegues a comprender en nada su situación. Para mi en algunos momentos se muestra como alguien muy plano, que huye al enfrentarse a varios problemas que le estan surgiendo a la vez. Hasta que aparece una de mis escenas favoritas al final del film, que es donde se hace otra pequeña reflexión, y empeza a cambiar de actitud. 
Si os gustó Boyhood, de Richard Linklater, "Manchester frente al mar" va en esa dirección, la de: Esta es la vida, con todos sus sobresaltos...

Nota: 7/10.

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