Detroit, dejemos que hable Coltrane

Reza el dicho, que el odio es un lastre, del cual solo se llega a seguir odiando, y cada vez con más intensidad. También, que la rebeldía, nació de las injusticias y la falta de libertad. Pero nunca es justificable la violencia. Sea de donde sea y como venga. Digamos que "Detroit" derrama violencia, y en algunos casos, te llega a sentir una fiebre de impotencia, al ver tan crueles injusticias, hechas por ciegos, que no ven, sino, que no quieren ver, mas alla de sus propios pensamientos hacia los demás. Sus hechos, reales y verídicos, muestran a una sociedad, que está más en la inopia, donde verdugos y víctimas, de alguna forma se van dando la mano. Ninguno quiere vivir con el otro, pero tienen que hacerlo dentro de un muro de humo, donde cualquier excusa, es buena para poder desatar un nuevo conflicto. Este hecho, que ocurrió hace 50 años, desgraciadamente, sigue marcando el pensamiento de una sociedad. La cual han dotado de más medios, de más tecnología, pero que de alguna forma, el pensamiento colectivo, sigue siendo igual, o incluso más primitivo. En ese mismo año, murió John Coltrane, hagamos que su música hable, para callar el ruido de las balas. El ruido de la violencia, el ruido de la ignorancia. Kathryn Bigelow es sin duda, la directora para poder llegar a llevar este film a buen puerto, y aunque, creo que no entrara en la alfombra roja, de la próxima edición de los premios de la academia. Hecho que si llego a lograr con su film "Zero Dark Thirty (La noche más oscura)", donde relata las varias violaciones a presos, dentro de un conflicto bélico. Para esta nueva ocasión, vuelve a contar con el guionista Mark Boal, el cual sigue la trayectoria del film nombrado, y pone la mira en uno de los grandes pesos pesados del cine. Hablo de Costa Gavras. Realizando el guión, a través de las declaraciones de los testigos que estuvieron en ese lugar, y los familiares de los que no salieron con vida.


Sus imágenes, las cuales sirven más que para que tomemos conciencia. Es una crítica y una denuncia hacia los abusos policiales. Desde el propio departamento de superiores, donde no llegarona retirar del servicio a agentes, que actuaban de una forma racista y nada arbitraria. Hasta los propios policías, o ejercito, que no hizo nada por detener, tales violaciones. Como se suele decir, solo se puede coger tres caminos, uno es golpear, otro ayudar a la persona golpeada, y el tercero, es no hacer nada, es decir, de alguna forma golpear también. Tal vez, la cámara, solo se pueda mostrar como una lente, donde los propios juicios, los pongamos los espectadores. Pero sin duda, en este film, pone mucho más. 
Sigo convencido, de que uno de los nuevos actores, que pueden pasar a ser, uno de los grandes villanos del cine es Will Poulter (Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero del Alba), el cual lleva en su rostro, escrito la propia maldad. Siendo sin duda, una de las mejores intervenciones. Ese policía que tiene más humos que galones, y que e alguna forma se cree, el juez y verdugo de la calle. Siempre con el odio racial que tanto caracteriza a las personas, como este. 
Detroit, es el film que con un buen estómago, podrás sacar muchas conclusiones, de cómo podemos ser más mezquinos. pero sin duda, tambien puede limpiar conciencias, y no dejar que el pasado, se quede para olvidar, y no para poder algún día, rectificar, con nuestros hechos de hoy en día. Ójala sea así. 

Nota: 8/10.

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