La forma del agua, el verdadero monstruo, no llevaba escamas

El cineasta y escritor mexicano Guillermo del Toro, regresa a las grandes pantallas con "La forma del agua", un film que llega trayendo, una gran ovación de la crítica mundial, además de llevar consigo el reconocimiento de grandes festivales como el de Venecia, del cual fue la ganadora de dicho festival, o las trece nominaciones que tendrá en la próxima gala de los premios de la Academia. Por sumar también las 12 nominaciones que tiene dentro de la próxima entrega de los premios del cine en Inglaterra Siendo una seria candidata a llevarse el Óscar, ante unas competidoras, como es "El hilo invisible", o "Tres anuncios a las afueras"; por poner un ejemplo. Pero ni el concepto de la historia, es el de una amor imposible, ni engancha desde el principio de esta misma. El film que se traslada a los años de la guerra fría, cuando estaba en pleno auge, nos muestra una historia de amor, de dos seres totalmente distintos, una mujer y un hombre anfibio, mostrando una vez más otra versión del cuento de la Bella y la Bestia. A través de dos protagonistas, que son excluidos socialmente, y que encuentran un punto en común entre los dos, el amor.
Sally Hawkins interpreta a Elisa Esposito, una joven limpiadora, dentro de un búnker de máxima seguridad, donde guardan un secreto. Una criatura anfibia protagonizada por el actor Doug Jones, actor que vuelve a trabajar bajo las órdenes de Guillermo del Toro, tras la película "La cumbre Escarlata". En esta ocasión es su cuarta colaboración junto al director. Junto a ellos completan el reparto la actriz Octavia Spencer (Padres e Hijas) como Zelda Fuller, la cual está nominada como actriz de reparto, gracias a su suculento papel en el film; Michael Shannon (Loving), dentro de el papel de el coronel Richard Strickland, y Michael Stuhlbarg (Hugo), como el doctor Robert Hoffstetter. La forma del agua, es una de las películas más redondas del cineasta mexicano. El cual puede volver a repetir su éxito, tras el film de "El laberinto del Fauno". Dejando en esta nueva ocasión, una trama que no muestra nada nuevo, pero que te hace pensar. Sabe cómo jugar las bazas de la película, pero no me ha llegado a atrapar, aún siendo el film lo mejor que ha llegado a producir el propio Guillermo del Toro, dentro del género de la ciencia ficción.


La forma del agua, te muestra como el monstruo no lleva escamas en su piel, ni tampoco vive bajo el agua. Más bien, son las mentes cuadriculadas, de algunos agentes por llevar la ley, hasta donde esta sea totalmente repudiada. 

Tras haber interpretado a Nelson Van Alden en la serie producida por Martin Scorsese "Boardwalk Empire", el actor Michael Shannon. De alguna forma revive el papel, de agente cumplidor de la ley, y hasta no dar con el caso resuelto, hará cualquier cosa. Ya este dentro o fuera de la ley o de la ética. Para mi, es uno de los papeles más creíbles de la historia, por el cual si se podría haber ganado una nominación, dentro de los próximos premios de la Academia.
Dentro de la historia de amor, Elisa es una limpiadora muda, que ve en la criatura a alguien que está totalmente apartado del mundo, y por el cual es utilizado como un conejillo de indias del ejército Ella vive aislada de una sociedad que no llega a encajar, donde su única compañia es su vecino, Giles (Richard Jenkins [Asalto al poder]), o su compañera de trabajo Zelda, una mujer afroamericana, la cual siente un especial cariño hacia Elisa. Hasta que ella ve la parte humana de la criatura, y el sufrimiento que la estan ocasionando los agentes federales. Llegando a llevarla a ayudarla para que no acabase dentro de un laboratorio químico forense. Aquí es cuando entre ellos dos empieza a surgir una especie de relación. La cual no llega a ser ese cuento de hadas, pero que hace que ellos dos, hagan esa unión sea muy fuerte. pero su historia no llega a emocionar. Fuera de los convencionalismos, no muestran nada nuevo, que una historia romántica te pueda llegar a ver enseñado hasta este momento. Todo esto bajo el telón de la guerra fría entre la Unión Soviética, y los Estados Unidos. Dentro de una caza hacia posibles agentes de la KGB, infiltrados dentro de los organismos del estado.

Guillermo del Toro sabe a la perfección cómo recrear un escenario, y hasta ser puntilloso o muy puntilloso hasta con los detalles más mínimos. Pero pierde mucho en la colocación de sus monstruos, y las historias, que no llegan a repuntar. Eso sí, es sin duda uno de los mejores filmes que ha llegado a realizar. Dentro de su carrera cinematográfica.

Nota: 6/10.

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