Lo dejo cuando quiera, se queda mucho en el tintero; pero cumple como una simple comedia

Tras haber producido el remake "Perfectos desconocidos", dirigido por Alex de la Iglesia en el 2017, Mediaset España vuelve a poner su punto de vista en otra producción italiana. Para posicionarse detrás de las cámaras cuentan con el director Carlos Therón, más conocido por sus trabajos en la televisión, o en el mundo del cortometraje. En esta ocasión, es la segunda vez en dirigir un film para el cine. "Lo dejo cuando quiera" es un film original del director italiano Sydney Sibilia, de "Me detengo cuando quiero", principio de una trilogía, que puso fin en el 2017, y por la cual llego a recibir muchos elogios dentro del público italiano, además del palmarés de premios que llego a obtener, ya desde el primer film.

Para la versión española la protagonizan David Verdaguer, Ernesto Sevilla, y Carlos Santos como los tres jóvenes que emprendieron el camino de los estudios, y que, con la caída de la economía, debido a la crisis que llego a azotar el país, tendrán que buscarse la vida... EL film es una sucesión de varias series y films, donde saben conjugar muy bien la trama para que quede cómo si fuera algo muy original.

Lo dejo cuando quiera, es un film que puede, o podría servir para mostrar una crítica de varios hechos que en la vida real existen. La inclusión de los menores de edad a la vida nocturna o a las drogas de diseño.  Cómo se llegan a aprovechar de los becarios, algunos profesorados, o cómo el pez grande se come al pequeño; aunque hay a veces que sale un mamón que se llama David, y vuelve a derrocar a Goliat, ¿Este será el nuevo caso?, o cómo los excesos llegan a llevarte al sitio donde menos desearías estar.

Su resultado es de un film "de buen rollo", una comedía simple a la que poco puedes llegar a criticar, a salvo que se pronuncie como algo muy pedante, o que en su contra te llegue a entretener, mientras engulles unas palomitas y tu refresco favorito. Como pasa con la película francesa "El nombre", tarda en empezar su trama principal, dejando en un gag sublime, en el que llegan a recrearlo a la perfección. Después es una simple comedía, en la que pasas un buen rato, y termina de la forma más esperada, como si fuera una película de tipo catastrófico, es decir, el final ya sabes que es lo que va a acontecer.

Nota: 6/10.

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