Quien a hierro mata, Paco Plaza se pasa al suspense con un film muy correcto

El director Paco Plaza se aleja del mundo de los zombies, exorcismos, y demás parafernalias terroríficas, para instaurarse en el cine del suspense. "Quien a hierro mata", es un drama que se inspira en las Rias Baixas donde pone como telón el narcotráfico gallego, y una venganza, la cual se cuece a fuego muy lento, esta siempre con la mirada de uno de los grandes actores que ha dado la comunidad gallega, os hablo de Luis Tosar. Su incorporación al film ha sido un gran acierto del director. De alguna forma este mismo no nos trae nada nuevo, que ya no nos lo hayan contado en otras películas o series de televisión, tan solo sus interpretaciones, las cuales van mejorando a lo largo del recorrido de la película. De aquí que pueda prever que Luis Tosar llegue a ser de nuevo un candidato muy firme para la próxima edición de los Goya. ¿Por qué lo va a tener difícil ganarlo? Digamos que no sale del canon del personaje que interpreto en el 2007, con "Mientras duermes", del compañero de Paco Plaza en "Rec", Jaume Balagueró. En esta ocasión sin la faceta tan delirante, y a cara descubierta hacia su víctima. Con un título, que, por sí define perfectamente toda la película.


¿Hasta dónde te puede llegar a llevar el sentido de la venganza? Esta es sin duda el punto de reflexión que nos llega a llevar el director, en el que confecciona un drama con unas interpretaciones magistrales, pero en un punto en el que llega a llenarlas de tanto frío, como el plato en lo que lo sirve. Quien a hierro mata es un film muy correcto, está lleno de esos clichés del cine de suspense, con puntos de Thriller psicológico, que desafortunadamente, no me han llegado a impactar en ningún momento. Y eso que he conocido casos de gente que han muerto por culpa de las drogas.

Los hijos del narco, hacen que en algún momento incomode tanto su seguridad, como su inseguridad. Enric Auquer como Kike, una persona con un gran desequilibrio mental, el cual se muestra como un niño a la hora de jugar con su viuda, y con la de los demás. Sin ser realmente consciente de sus propias fechorías, o su hermano Toño, interpretado por el actor Ismael Martínez, al cual se le puede sacar un par de neuronas más. Esa falta de dar más peso al patriarca del clan de narcos, pasando a ser un muñeco en manos de un hombre que busca una justicia poética. Aunque ¿Es el hartazgo por los hijos el cual no llego a involucrarse más en los negocios de ellos? o por lo contrario era esa conciencia hacia las victimas que llego
o a causar sus negocios de contrabando...

El film en sí es muy previsible, y un final que no da ni un solo giro. Con la sensación de un "todo cae por su propio peso", basándose en una justicia poética. El cuál no desagrada; pero tampoco me llegó a convencer del todo.

Nota: 6/10

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