Cartas a Roxane o la vida secreta de Cyrano de Bergerac



El cineasta francés Alexis Michalik tras haber dirigido varios cortometrajes, se atreve por primera vez en una larga duración para rendir homenaje a uno de los dramaturgos más históricos, y de alguna forma desconocidos dentro de la cultura francesa, Edmond Rostand, creador de las aventuras del espadachín poeta Don Cyrano de Bergerac. Personaje que le otorgaría su único éxito en los teatros, y al mismo tiempo, su la losa por el cual Cyrano de Bergerac, de alguna forma ensombreció el nombre de su creador. Michalik con Cartas a Roxane hace que su nombre brille con luz propia, a través de cómo se llegó a realizar la obra de teatro, en uno de los momentos más convulsos de la historia del propio escritor. El cual estaría viendo como sus días de escritor darían a su fin, cuando llego esa burbuja de aire, que le haría escribir su obra cumbre. Para el film contó con el reparto encabezado por Thomas Solivéres como Edmond Rostand, Clémentine Célarié como Sarah Bernhardt, Olivier Gourmet como Constant Coquelin, Lucie Boujenah como Jeanme D'Alice, Tom Leeb como Leo. Mathilde Seigner como Maria Legault, o Igor Gotesman como Jean Coquelin entre otros...


Sin duda estamos en una época dónde muchos directores y productores de cine se han volcado en llevar un biopic a las grandes pantallas. Ya sean de personajes históricos, músicos, o en este caso uno de los grandes escritores del renacimiento francés, Edmond Rostand, el cual fue soberanamente sobrepasado por su personaje, Cyrano de Bergerac, una obra que cambiaría totalmente el concepto de su escritura, y el cómo llevar a dirigirla. De aquí que el miedo escénico sea el plato fuerte del film, dónde no solamente lo rige en el escenario, si no que en la vida real del propio autor.  
Thomas Solivéres brilla interpretando a un personaje que muestra cada una de sus debilidades a la hora de enfrentarse a un nuevo reto, el cual se ve pisando en un suelo resbaladizo, por el que su ingenio se queda totalmente mudo. A lo contrario del film, en realidad su bloqueo creativo no fue por la mala acogida que tuvo con la obra "La princesa lejana", tras dicha obra después tuvo otro estreno antes de empezar a calzar al nuevo y misterioso caballero llamado Cyrano. Más bien fue debido a su cambio de escritura. Por otro lado, la obra de Cyrano fue inspirada en la figura de Sarah Bernhardt, musa del teatro que, digamos de alguna forma, esta sería su amor platónico, dando un cambio en el film, en el que aparece la figura de un personaje totalmente inventado para la reproducción de la trama. 

Cartas a Roxane te atrapa desde el principio por sus grandes escenarios, los cuales te llevan a ese romántico París, dónde pone en duda la figura del matrimonio como tal. Sus interpretaciones, en la que describen como una obra de arte pasará a la historia, mientras que sus intérpretes, solo son personas que morirán al final de sus tiempos. O al menos es lo que realmente dice pensar Constant Coquelen. 

Nota: 6'5/10.

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