Orígenes secretos, con pocos secretos, nos descifran una trama muy al uso

David Galán Galindo llega a Netflix con su obra prima Orígenes secretos. Un film donde rinde homenaje a los cómic americanos de superhéroes, sin olvidarse de una de las editoriales más famosas que llegó a tener el cómic español. Sí en el 2000, el director David Monzon nos traslada a Madrid dentro de un juego de Rol con "El corazón del guerrero", para esta ocasión es David Galán Galindo quien nos lo muestra a través de los diversos cómics de superhéroes dentro de las calles madrileñas. Con un film en el que se busca hacer un thriller policíaco, con una buena dosis de humor negro, aunque en realidad se queda con un humor más gris que otra cosa.
Con un veterano Antonio Resines, el cual se come totalmente la pantalla en cada una de sus apariciones dentro del film, y la espontaneidad de Brays Efe, hace que los demás actores de reparto tengan un trabajo mucho menor dentro de la misma trama, y no me han llegado a convencer en nada. Por otro lado, no me gustaría ser muy quisquilloso, pero con los tiempos que corremos y lo asentada que está la industria del cómic americano en España, yo creo que no hubiera estado mal haberse currado un poco más los guiones.


Con Orígenes secretos, echo de menos un poco esa mala hostia que ha tenido en cortometrajes como  Hostiable, o Push Up, adaptando los guiones a un público más mayoritario, más sensible, y con diálogos que los puedes encontrar en una peluquería de chonis. En su trama no sabe esconder las cartas, y te encuentras con el malo mucho antes de tiempo, haciendo que ese efecto sorpresa sea un efecto sin sorpresa.
Como con una botella de cava, el film empieza con mucha fuerza, que se va perdiendo a través de su propia trama. Entre su reparto de recurrentes, no falta un buen numero de actores cómicos que hacen llevar el reparto a un estatus mucho más alto. Con algún personaje que de haberlo explorado poco, hubiera jugado un rol mucho mas decisivo a la hora de confeccionar el final de esta misma. Por eso me parece que pierde en mucho, sobre todo a la hora de jugar con los clichés, a los cuales se recurre con mucha frecuencia, y que no llega a dar ese punto de originalidad, dando vida a esos diálogos ya escritos y que los has podido escuchar tantas veces, que al escucharlos, sólo puedes repetir poniendo los ojos para arriba, "Y así toda la película"...

Nota: 3'5/10.

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