Historias para no dormir es una bonita versión de los originales, pero también puede ser un mal cumplido

Narciso Ibáñez Serrador fue un gran referente en el cine de terror. Ya fuera con sus pocas aportaciones a la gran pantalla y una serie que hacía entre los descansos de los programas que tenía contratado, con la cadena de televisión pública rtve. Hizo que, de alguna forma, esos viernes por la noche, te fueras incomodo a la cama, con una sensación de angustia, más que, tener una cara de felicidad por ser fin de semana. A través de sus escenarios a blanco y negro, en parajes y mansiones treticas, o escenarios de cartón blanco reforzado por el color negro de un rotulador. Lograba que, en unos escasos minutos, la magia de grandes autores como Edgar Alan Poe. Dramatizadas por su padre Narciso Ibáñez Menta, o Fernando Guillén y Gemma Cuervo entre otros actores...  Hicieran que Historias para no dormir, fueran Historias para no dormir. La desgracia llego con el intento en la década del 2000 de devolver ese esplendor, con una batalla legal entre la rtve y el propio creador, la cual hicieron que esos 5 films que encuadraban Películas para no dormir, quedasen en un limbo, sin pena ni gloría. Para que, en el 2021, regresen otra vez, en modo de 4 episodios que se estrenaron este pasado fin de semana en Amazon Prime y que, dentro de un tiempo, aún no confirmada la fecha, se podrá ver en abierto a través de rtve. Para esta ocasión cuentan con directores como Rodrigo Sorogoyen dirigiendo El doble, con Vicky Luengo y David Verdaguer. Paco Plaza, que dirige Freddy con la intervención de Mike Esparbé, Carlos Santos y Adriana Torrebejano. Paula Ortiz pone su dirección en El asfalto con la intervención de Dani Rovira e Inma Cuesta y La broma, dirigida por Rodrigo Cortés con las interpretaciones de Nathalie Poza, Raúl Arévalo y Eduard Fernández. 4 relatos actualizados, sacados de la magia del gran Narciso Ibáñez Serrador, con una cierta libertad a la hora de ser relatados.

Seguramente, el peor cumplido es que entretienen, cuando tendrían que inquietar o incomodar. Con su nueva versión no reinventan la pólvora, pero de alguna forma, hacen que la llama siga viva, aunque vayan a trompicones.




Estoy seguro que al añorado Narciso Ibáñez Serrador le hubiera gustado mucho saber que sus Historias para no dormir, siguen estando muy actuales, hoy en día. El pero, viene cuando las llevas a la pantalla. Sus 4 historias van desde muy buena, muy correcta, correcta y decepcionante. 

Vayamos de mejor a peor:

Por unanimidad, Freddy es la mejor de todos los cuatro relatos. Mike Esparbé está impresionante de ventrículo, el cual, a falta de personalidad, lo que tiene es una subconsciente muy enferma y con ella conlleva a un enigmático muñeco. El cual recrea todos y cada uno de sus pensamientos, fobias, a un lado muy extremo. Tanto como para poder aterrar al propio protagonista. Otro de los puntos fuertes es como retratan a Narciso Ibáñez Serrador, calcándole en todos sus movimientos. Mostrando como se involucraba con cada uno de sus trabajos. Paco Plaza está en su salsa, con un relato que le ha venido como anillo al dedo. 

Freddy: 7'5/10.


De los 4 relatos, el único que único que ha tenido una crítica muy directa a la sociedad, fue El asfalto. Interpretado en su día por el gran Narciso Ibáñez Menta, padre del director homenajeado y creador de Historias para no dormir. ve una nueva visión con Paula Ortiz en la dirección, contando con los actores Dani Rovira e Inma Cuesta. Aunque la historia que nos cuenta la directora Ortiz es muy rocambolesca, teniendo sus puntos muy buenos. Se come el punto fuerte de la historia principal. La moraleja en la que nos demostraba que, en la ciudad, había algo más frío que el asfalto de sus propias calles, sus ciudadanos. Cómo una persona era devorada por esa jungla de Asfalto, engullida en una losa de brea, sin que nadie lo hiciera ni el más mínimo caso. Siendo un hombre mayor el único en poner oído a las suplicas del viandante, el cual tampoco puede hacer mucho, debido a las trabas burocráticas del Estado
Por un lado, Dani Rovira lo tenía muy difícil a la hora de ponerse a la altura del original. Como cambia el concepto del paseo a ser una persona que trabaja en sus calles, a través de una agencia de repartidores a domicilio. Haciendo una historia paralela, que poco tiene que ver con la original, más allá del engullimiento del personaje principal. Pero una historia que al final funciona, pero con un final demasiado melancólico.

El asfalto: 6/10.


La broma es otro clásico indiscutible de la serie original. Aunque en líneas generales llega a estar muy acertada con el original. El director Rodrigo Cortés forma un episodio despejando muchas lagunas que dejo en su día, interpretado por Nathalie Poza, Raúl Arévalo y Eduard Fernández. Dónde las bromas son más esporádicas, y recurre mucho a los escenarios abiertos. ¿Por qué la veo tan correcta? porque el sonido de esta misma es muy malo. En algunas ocasiones cuesta mucho llegar a entender a los protagonistas. Dentro de un divertimento que va en capa caída, dejando claro que los que están arriba siguen estándolo, con un final que, como he dicho antes. Recoge una vida muy propia y cuadrada al milímetro.

La broma: 6/10.

Terminamos con El doble. Dirigido por Rodrigo Sorogoyen. Recoge el contexto del capítulo original, creando una nueva trama, con matices de la historia del 1966. En aquel momento Narciso Ibáñez Serrador nos contó la historia de un hombre casado, el cual había contratado un clon, y a partir de ahí se iba a ir de viaje sin su esposa, pero sin que esta notase su falta, por la presencia de dicho clon. Todo este plan está contado a un amigo, el cual se llega a interesar por tales servicios. EL episodio termina con un giro del guion totalmente radical, el cual no llegas a esperarte, llegando a sorprender totalmente. Sobre todo, como da vida a una historia entre sótanos oscuros, melodías psicodélicas y un relato que te engancha desde el principio a fin. Cosa, que desgraciadamente no ocurre con la nueva versión de Rodrigo Sorogoyen, el cual cuenta con Vicky Luengo y David Verdaguer como protagonistas. Haciendo una de las parejas menos creíbles que he podido llegar a ver. No llegan a dar ningún momento de tensión a una trama que está mucho más cerca de thriller, pero sin llegar a ese suspense, que bien la haría dado un poco más de luz, a los grises que había en sus luces, y no solo la de los focos. Más bien es un drama de pareja, que poco tiene que ver con el capítulo original; pero que hay que reconocer, que la idea de Rodrigo Sorogoyen tiene una intención muy acertada; aunque no esté bien llevada a cabo.


El doble: 4'5/10.




Comentarios