Animales fantásticos Los secretos de Dumbledore, más que un secreto es un crimen

El director inglés David Yates no lo tiene nada fácil, con una producción que se suponía que iba a ser un éxito y ha caído en un fracaso rotundo. De aquí que los mundos de Harry Potter no son ni tan inmensos ni, tan misteriosos como se suponían. Tras este batacazo "anunciado", todas las miradas se centran en la escritora J.K. Rowling. Empeñados en apuntarla a la hora de echar la culpa por sus meteduras de lengua, y la desacreditación que lleva a una obra que llegó a estar en lo más alto de la lista de ventas literarias. En lo que se refiere a la literatura infantil/juvenil. 

¿Qué diferencia hay entre Harry Potter y Animales fantásticos?
Con Harry Potter se ve a una escritora que quería mostrar todas sus pesadumbres, a través de escaparse de la realidad mediante la magia. Harry Potter tenía tanta magia que, aunque sus películas no llegaban a estar a la altura de su obra literaria. Siempre contaba con un público fiel que la llegaba a seguir. Ya fuera porque cada uno de sus protagonistas y antagonistas estaban tan bien construidos, cada uno aportaba un nievo nivel en cada una de sus incursiones. Siendo un puzle que, aunque no todas las piezas dibujasen el retrato perfecto, encajaban en cada uno de los sitios que las habían puesto. Con Animales fantásticos se han olvidado de todo eso. Se han empeñado en hacer una saga fácil de vender, anteponiendo todo lo visual a lo narrativo.



No, no es que Johnny Depp no esté vistiéndose de nuevo el traje de Grindelwald, el rostro tan frío y en momentos inexpresivo de Mads Mikkelsen hace que el personaje sea muy distante, sin nada de emoción que transmitir. Es un témpano de hielo que ni siente ni padece. Digamos que, de alguna forma, Depp hacía que tornase en esa mente tan torturada por sus propias locuras, las que hiciesen que Grindelwald se formase con un poco más de identidad propia. No un desdibujado Voldemort por el cual no llega a estar a la altura de un antagonista como el que fue en las novelas con las que empezó los mundos mágicos.

Si J.K. Rowling se hubiera tomado un tiempo, se hubiera asentado en una nueva aventura que contar a través del papel y hubiera dejado que los filmes, salieran con el tiempo por sí mismos. Estoy seguro que estaríamos hablando de otra forma. Pues el guion es flojo lleno de tramas que no se sostienen en ningún momento, contradiciendose o llegando a  mostrarse como un recurso ante la falta de ideas. Para qué, como minino se garantice el final de una historia, que han defenestrado justo cuando solo acababa de empezar.  

Lo malo que le podía pasar a la saga de Animales fantásticos no es que no les guste a los detractores de Harry Potter, ni que tampoco deje las aventuras de Newt Scamander, cómo a un personaje con tanto éxito como lo tuvo el joven Harry Potter, estoy seguro que si hubiera tenido por lo menos una historia con mucho más peso que contar, no hubiera importado tanto lo demás. Lo malo es que se nota que J.K. Rowling quemó todas sus naves en las historias de Harry Potter, y se ve incapaz de llevar a un buen puerto, algo que tendría que tener su tiempo y no irse a por lo fácil. De este mismo que una gran mayoría de los fanáticos de sus libros, renieguen de un producto donde su creatividad visual es muy superior a su narrativa. 

De aquí que sea un producto para consumir en 3D o 4D, ya que, por mucho que una montaña rusa virtual pueda parecerte muy emocionante sino la ves con una tecnología apropiada te puede parecer insulsa además que, si a eso le sumas que es muy larga, podrías decir que sales totalmente mareado o aburrido.
 


Nota: 4'5/10.

 

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