Seminci sábado 21 SWEET DREAMS Llega a la 68 edición de la Seminci mostrando un film que te enseña la bajeza de una sociedad ante una herencia

Sweet Dreams es el segundo largometraje de la directora nacida en Bosnia y afincada en Amsterdam Ena Sendijarevic. La cual destripa a una familia de alta clase acomodada en una isla del Oceano Indico. El film presentado en la 68 edición de la Seminci, también optara al Oscar a la mejor película internacional en representación de Países bajos. Además de ganar el premio a la mejor interpretación, en el festival de Locarno, de la actriz Renée Soutendijk como Agathe. Con ella le sigue el siguiente reparto: Lisa Zweerman como Josefien; Verdi Solaiman como Hong; Hans Dagelet como Jan; Muhammad Khan como Reza; Bart Klever como Hendrik; Chris Nietvelt como Friend Agathe; Hayati Azis como Siti; Florian Myjer como Cornelis y Rio Kaj Den Haas como Karel. 
Tras la muerte del propietario de una fábrica de Azúcar en una isla del Océano Índico. La madre obliga a que su hijo vuelva a casa para poder dirigir la fábrica. Bajo la amenaza de cortarle el sustento. El cual llega con su mujer embarazada y un cumulo de problemas que irán agrandando, a lo largo del film. Como reza el dicho. Si quieres separar a una familia, dales dinero a repartir y verás como entre ellos se comen solitos. En esta ocasión su disputa será con un crío que su padre tuvo con una sirvienta de la isla. Al cual le ha legado todo su patrimonio. Digamos que la decadencia, irá en aumento. Sobre todo, en una pareja dónde han debido ver el barro a través de una televisión.



Sweet dreams tiene mucha fuerza a grandes rasgos, pero minimizando el film, pierde mucho contexto con varias retoricas y algo de falta de ritmo. La cual gana mucho en las interpretaciones. La mujer mayor, de ver como sale de un infierno, para ver zomo los buitres la hacen meterse en otro. Más o menos: Salir de Málaga para entrar en Malagón.

Ena Sendijarevic llena de matices y metáforas una historia, dónde muestra el patriarcado y la ignorancia ante la falta de sensibilidad entre los distintos personajes. Como el matrimonio de Agathe es una mentira disciplinada en las recias costumbres. Por las cuales solo puede llegar a una solución. Tras la muerte de su marido, vendrá su hijo con su esposa. Una embarazada, con perdón de la expresión, a la que su marido ya no la toca ni con un palo. Mientras que el plan de la madre se mantenía en pié, hasta que se encuentra con el del hijo y su nuera. Los cuales llegan para aprovechar los despojos de un muerto. Ante la asombrosa noticia. Dónde se le informa que no será heredero de nada. 

Al final juega con el humor negro y lo macabro, sin que llegue a ser algo depravado. Por el cual el final se adelanta. Ante una historia con un gran potencial. 

A pesar de los altibajos Sweet dreams una brillante disección de la degradación de las clases altas a través de una familia danesa, dueña de una plantación de azúcar en una isla del Océano Indico

Nota: 6'5/10.

 

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