Nota de prensa:
Filmin estrena el próximo viernes 4 de julio “Secretos de un crimen”, la película revelación de la directora Sandhya Suri, candidata al Óscar por Reino Unido, que ha conquistado festivales internacionales y encendido el debate social allá donde se ha proyectado. Protagonizada por Shahana Goswami y Sunita Rajwar, la película llega a la plataforma tras su paso por Cannes, Sevilla y los BAFTA, así como por los cines españoles el pasado marzo de la mano de La Aventura, consolidándose como uno de los thrillers sociales imprescindibles del año.
Santosh, una joven viuda, hereda el puesto de su marido como agente de policía en una remota zona rural del norte de la India gracias a un programa gubernamental que busca evitar la indigencia de mujeres en su situación. Sin experiencia previa y enfrentando el rechazo de su entorno por cuestiones de género y casta, Santosh se ve arrastrada a la investigación del brutal asesinato de una adolescente dalit, miembro de la casta más baja. Guiada y protegida por la veterana y ruda inspectora Geeta Sharma, Santosh deberá enfrentarse no solo a un caso que sacude los cimientos de la comunidad, sino también a las estructuras de poder que perpetúan la violencia y la desigualdad.
El origen de la película
Sandhya Suri, matemática de formación y documentalista de vocación, explora la violencia sistémica contra las mujeres en la India, la corrupción endémica de la policía y la impotencia de quienes, aún dentro del sistema, apenas pueden mirar. Su primer largometraje, "I for India" (2005), fue nominado en Sundance y explora la experiencia migratoria de su familia. Posteriormente dirigió "Around India with a Movie Camera" (2018) y el corto "The Field" (2018), nominado al BAFTA.
Su acercamiento a este tema nació de su experiencia directa en el cinturón hindú, donde trabajó con varias ONG intentando filmar un documental sobre la violencia de género. Sin embargo, la brutalidad de lo que presenciaba era tal que la cámara resultaba insuficiente para comprender o transmitir esa realidad: “Veía cosas horribles a diario y sentía que enfocarlas con la cámara no me aportaba la comprensión que buscaba. Intentaba adentrarme en la violencia o comprenderla, y no sentía que eso fuera a funcionar en el documental ni con mi enfoque. Por eso abandoné el proyecto”.
El punto de inflexión llegó en 2012, tras el brutal caso de Jyoti Singh, una joven estudiante de fisioterapia que fue violada en grupo y asesinada en un autobús de Nueva Delhi, un crimen que conmocionó a la India y desató protestas masivas contra la violencia de género y la inacción policial. Durante aquellas manifestaciones, Suri quedó impactada por una fotografía: una agente de policía enfrentando a una multitud furiosa, con el rostro enigmático, a medio cubrir por la visera. En esa imagen, la directora vio reflejada la ambigüedad de quienes están dentro del sistema: “Ella es ambas cosas. Es perpetradora y es víctima”.
La ley india que inspira a la directora
La situación que vive Santosh en la película está inspirada en una política real del gobierno indio que permite a las viudas de funcionarios públicos con bajos ingresos heredar el puesto de trabajo de su marido fallecido. Esta medida fue creada para evitar que las familias queden desamparadas y ofrecer a las viudas una vía de subsistencia en una sociedad donde la viudedad suele conllevar marginación, pobreza y exclusión social. Sin embargo, en la práctica, muchas de estas mujeres —como le ocurre a Santosh en la película— acceden a empleos para los que no estaban preparadas y deben enfrentarse a entornos laborales marcados por el machismo, la corrupción y la discriminación de casta.
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