"Bonjour tristesse": Una nueva adaptación de la novela de Sagan estrenada en Toronto llega a Filmin el 22 de agosto


Nota de prensa:

"Bonjour Tristesse (Buenos días, tristeza)", el impactante debut como directora y guionista de la reconocida ensayista Durga Chew-Bose, llegará a Filmin en exclusiva el 22 de agosto, tras su estreno español como inauguración del Atlàntida Mallorca Film Fest, el 27 de julio. Esta adaptación contemporánea del clásico homónimo de Françoise Sagan tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Protagonizan el filme Lily McInerny ("Nunca llueve en California"), Claes Bang ("The Square") y Chloë Sevigny ("Kids", "Dogville").



Ambientada en la luminosa costa francesa, "Bonjour Tristesse" narra el verano de Cécile, una adolescente ingeniosa y provocadora que languidece con su padre, Raymond, y la novia de éste, Elsa. La armonía entre ambos se rompe con la llegada de Anne, una amiga de su difunta madre, que revolucionará la relación, generando un juego de deseos, inseguridades y conflictos inesperados. En medio del esplendor bañado por el sol, el mundo de Cécile se ve amenazado y, desesperada por recuperar el control, pone en marcha un plan para alejar a Anne. Es una película pensada para quienes disfrutaron de “Cegados por el sol” o entusiastas de la filmografía de Luca Guadagnino y Éric Rohmer.

 

¿Qué hay de nuevo?


En 1954, con solo 18 años, Françoise Sagan revolucionó el panorama literario francés con la publicación de “Bonjour tristesse”. La novela, que retrataba la vida hedonista y amoral de la juventud burguesa francesa, causó un escándalo inmediato al abordar temas tabú como el despertar sexual adolescente, el rechazo de la moral tradicional y la manipulación emocional, hasta el punto de ser prohibida por el Vaticano y censurada en varios países europeos. Su éxito fue tan arrollador que apenas cuatro años después, Otto Preminger la adaptó al cine con Jean Seberg de protagonista. Esta adaptación sufrió el mismo destino que la novela, un clásico instantáneo seguido de una polémica arrolladora, siendo prohibida en Estados Unidos por su “inmoralidad”.


Setenta años después, Durga Chew-Bose asume el reto de volver a adaptar la novela, apartándose deliberadamente de la icónica película de Preminger. La directora pretende reinterpretar la historia pero aportando puntos novedosos y una visión muy personal: “Crecí leyendo y releyendo a Sagan, pero nunca intenté recrear la estética ni la estructura de Preminger. Quise realmente revisitar la novela desde mi propio prisma, escribir desde mi intuición y memoria. ‘Traducir’ a Sagan quiere decir traerla a mi mundo, con mi manera de ver y escribir las cosas”. Así, Chew-Bose convierte la adaptación en una prolongación natural de sus ensayos: un ejercicio de observación íntima y emocional, donde lo visual tiene el mismo peso que la palabra, con una puesta en escena contemplativa, llena de detalles, silencios y atmósferas que revelan tanto como los diálogos.


En detalle


  • Elsa se aleja radicalmente del retrato superficial y caprichoso de la novela original y la película de Preminger. Aquí es una bailarina profesional, segura y amiga íntima de Cécile, uno de los personajes más sabios y empáticos de la película.
  • La película traslada la acción a la actualidad y pone el foco en las dinámicas entre mujeres, alejándose del tono moralista y melodramático de las versiones clásicas.
  • La directora aporta varios guiños autobiográficos: las pesadillas durante las siestas y tumbarse entre abrigos en fiestas, detalles muy personales tomados de la propia experiencia de la cineasta y presentes también en sus ensayos.
  • La secuencia de créditos iniciales presenta una serie de baldosas cerámicas coloreadas a mano, diseñadas junto al ceramista Shane Gabier, que plasman los tonos mediterráneos y la delicadeza artesanal del film. Sobre ellas, aparece una tipografía sobria mientras suena “Blue Skies”, marcando el tono íntimo y contemplativo que atraviesa toda la película.
  • Chloë Sevigny dudó inicialmente en aceptar el papel de Anne, porque no quería perpetuar el cliché de la mujer madura y despechada, fue la visión de Chew-Bose lo que la convenció finalmente.


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