“Justicia para Sohee" llega a Filmin el 29 de agosto: un devastador drama sobre la explotación laboral juvenil


Nota de prensa:

Filmin estrena el próximo viernes 29 de agosto "Justicia para Sohee", la segunda película de July Jung, directora surcoreana que, tras el éxito de "Un monstruo en mi puerta", regresa con un drama judicial inspirado en hechos reales. Este relato urgente nace de la noticia del suicidio de una joven sometida a una presión insostenible por parte de su empresa y denuncia los males del capitalismo salvaje. La película tuvo su estreno en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, y la protagoniza una de las actrices surcoreanas más internacionales: Bae Doona ("Un monstruo en mi puerta", “Broker”). 


La actuación de Bae Doona


Para el papel de Yoo-jin, la inspectora que investiga el caso, Jung reclutó a Bae Doona, con quien ya había trabajado en "Un monstruo en mi puerta", película que le valió a Jung el premio a la Mejor Directora Novel en la 51ª edición de los Premios de las Artes Baeksang. En ambas películas, Bae interpreta a una investigadora policial que busca la verdad más allá de las apariencias. Jung recuerda: "Fue la primera persona que vino a la audición y, desde nuestra primera reunión, supe inmediatamente que trabajaríamos juntas. La pregunta que le hice fue muy simple: '¿Qué te parece el guion?' Me sorprendió mucho su respuesta: 'Quiero que esta historia se cuente al mundo'."


El caso real


"Justicia para Sohee" está inspirada en el trágico suicidio de Hong Su-yeon, una estudiante de 19 años que se quitó la vida en enero de 2017 tras ser sometida a condiciones laborales abusivas en un call center de Jeonju. Hong Su-yeon, quien estudiaba cuidado de mascotas, fue asignada a un departamento donde debía enfrentar exigencias laborales extremas, salarios por debajo de lo pactado y jornadas extenuantes, que contribuyeron a su deterioro emocional y desenlace fatal. Este caso reveló un patrón sistemático de explotación estudiantil en programas de formación laboral y motivó cambios legislativos relevantes en Corea del Sur, incluyendo la eliminación de ciertos programas vocacionales y la implementación de una supervisión gubernamental más estricta para proteger a los jóvenes en prácticas.


La directora conoció el caso a través de un programa de televisión: "No entendía por qué una estudiante de secundaria trabajaba en ese puesto ni por qué la escuela obligaba a los estudiantes a estar en esa situación. La prensa, las empresas, las instituciones educativas, todos sabían que había un problema, pero nadie se presentó para resolverlo”, comenta. La película reflexiona sobre cómo las expectativas poco realistas en una sociedad altamente competitiva pueden impedir que los individuos obtengan el respeto humano básico que merecen.




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