73 SSIFF: LA GRAZIA Sorrentino se mete de lleno en la ley de la eutanasia diseminando a un presidente en horas bajas

El director italiano Paolo Sorrentino llega a la 73 edición de la Zinemaldia para presentar su nuevo trabajo La grazia. Film protagonizado por Toni Servillo como presidente Mariano De Santis; Anna Ferzetti como Dorotea De Santis; Massimo Venturiello como Ugo Romani; Orlando Cinque como coronel Massimo Labaro; Milvia Marigliano como Coco Valori; Giuseppe Gaiani como Lanfranco Mare; Giovanna Guida como Valeria Cafiero; Alessia Giuliani como Maria Gallo; Roberto Zibetti como Domenico Samaritano; Linda Messerklinger como Isa Rocca; Vasco Mirandola como cristiano Arpa y Rufin Doh Zeyenouin como el Papa.

Paolo Sorrentino vuelve a dirigir en su país natal para hablarnos de la Grazia, o lo que mejor podemos entender como el indulto. Debido al asesinato por compasión de dos personas, respecto a sus parejas con una enfermedad incurable. El presidente de la república italiana tiene que poner en tela de juicio su condición como persona y su deber como presidente, Además de estar manejando la posibilidad de aplicar la ley de eutanasia. Lo que se denomina como la muerte asistida en aquellas personas que padecen enfermedades terminales y extremadamente dolorosas. En medio de todo esto, la sensación de que su tiempo se ha terminado en la presidencia y la lucha interna por resolver todos sus problemas del pasado. Los cuales no supo cerrar y que todavía lo atormentan.

Paolo Sorrentino disfraza la Italia actual en la Italia del futuro, con un presidente que le encanta bailar tecno y cantar Rap (aunque yo prefiero el Rock) o la presencia ya, de una papa de tez negra con arillos en las orejas. Ese es el Sorrentino que me gusta. El transgresor, el inconformista y al mismo tiempo el que va rompiendo con todas las reglas establecidas, Llenándolas de complejidades que mucha gente no sabría llegar a entender.

Mariano De Santis es un presidente que quiere contentar a todo el mundo sin llegar a sentirse lleno el mismo. Es esa palabra que no hiere pero que por dentro le va machacando. Siendo un devoto cristiano que queriendo cumplir con todos los deseos de la orden episcopal y sobre todo de su amigo más íntimo, su eminencia el Papa. Empieza a tener esa fatiga, calmándola a la hora de buscar la verdad. Con una amiga que es crítica del arte, por el cual ella quemaría media Roma. No llega a hacer que la cuente toda la verdad sobre su matrimonio.

Paolo Sorrentino se muestra provocador a la hora de diseminar a la alta clase o a la clase burguesa con todos sus bajones y lo que realmente quieren ocultar. Siendo que detrás de todo ese capital están las personas de verdad, con las mismas fracciones que cualquier otra persona.

Nota: 8/10.