El director noruego Erik Richter Strand nos trae la historia de una madre coraje, la historia de la enfermera Ann Ming, mediante la serie de Contra la ley. En la que trata de una de las leyes más polémicas que había en el Reino Unido sobre el Doble enjuiciamiento. Protagonizada por Sheridan Smith como Ann Ming; Daniel York como Charlie Ming; Victoria Wyant como Julie Hogg; Enzo Cilenti como DS Mark Braithwaite; Ron Cook como Frank Cook y Jake Davies como Andrew Hogg.
Contra la ley es la historia de Ann y su lucha por dar justicia al asesinato de su hija Julie Hogg, una joven ya madre, la cual no le va muy bien en el matrimonio. Siendo estos una pareja muy joven y aparentemente muy distante, en una noche de juerga ella desaparece. Su madre al día siguiente cuando fue a llevar al nieto al colegio y al no saber nada de ella decide interponer una denuncia en la comisaria de la policía. ras haber descartado la policía judicial encontrar el cuerpo de Julie Hogg, su madre la encuentra a los pocos días. Empezando una dura batalla contra los órganos del poder para dar justicia al asesinato de su hija.
Ann Ming tiene que luchar a parte contra los prejuicios del barrio al estar casada con un inmigrante. A destapar las vergüenzas de la policía judicial al no llegar a encontrar el cuerpo de su hija tras haber rastreado la casa al milímetro. O de cuidar de un nieto, el cual le quiere tener alejado de todo lo sucedido hasta que este tenga conciencia de la perdida y del asesinato de su madre.
Contra la ley, va más allá de buscar la verdad y una condena justa para el asesino de su hija, va de esos daños colaterales que van dejando por el camino. Mientras ella emprende un camino áspero y lleno de grietas judiciales, se pone en contra de una familia que ya dieron por muerta a su hija y hermana. Intentando seguir con su vida, más allá de recordar lo sucedido. Es esa trampa donde se falsea una realidad para encubrirla de algo que haga que desaparezca el dolor, pero sin poder evitar lo evidente.
Reza el dicho que no hay mal que 100 años dure, ni cuerpo que lo aguante. Ann Ming demostró que ella iba a hacer que su lucha mereciese la pena y que esa pena fuera cambiada a pesar de tener todo en su contra. Enfrentándose a un cuerpo judicial ultraconservador, el cual no llega a oír las palabras de una madre que más allá, o lejos de buscar cualquier venganza, quiere justicia. No solo para su hija, si no para todas esas familias que han visto salir airosos a los asesinos. Demostrándose después que eran culpables.
Contra la ley te llega al corazón más allá de lo político, sino del poema que hay dentro de ella.
Nota: 7´5/10.
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