El film nos lleva a la Unión soviética del 1937. Una época en donde miles de cartas de presos condenados injustamente por el régimen, son enviadas a la fiscalía. En contra de todo pronostico una de ellas llega a su destino. Alexander Kornev es el fiscal que recibe la carta y el que irá en busca del preso que le ha enviado esta misma. Dentro de una época en la que se llevaba las llamadas purgas estalinistas, la cual le llevará hasta el fiscal general de Moscú. Dentro de una régimen totalitario.
Emulando al cine de Noir, Dos fiscales, trata de como un fiscal quiere ir a contra corriente y saltarse las normas de Stalin, para hacer justicia sobre aquellas personas que ya fueron dictadas para darles muerte. Al fiscal Kornev le faltaba ese punto de madurez para saber de qué vaso beber y de que no. El cual se ve involucrado dentro de una espiral de mentiras y un régimen que lo tiene todo bien atado, para poder hacer todos crímenes que cometió.
En lo técnico el film nos muestra unos escenarios melancólicos, tristes y grises. Siendo estos, en su mayoría, rodados dentro de habitáculos cerrados. Además de envolvernos por una muy lograda fotografía, la cual, a través de una posición fija, nos hace sentir la frialdad de la cárcel. Comprometida a base de muchos planos medios y medio cortos. Dejando un mensaje mucho más allá de lo narrativo. Con esas miradas inoportunas entre los guardias a la hora de recibir al fiscal, o esos silencios tan incomodos que mostraban.jpeg)
.jpeg)
Comentarios
Publicar un comentario