Nota de prensa:
El cortometraje 'El color gris', dirigido por Marina Velázquez Benítez y protagonizado por Marina Salas ('La ruta', 'Yo, adicto', ‘Saben aquell’, ‘El cover’) y Gonzalo de Castro ('Votemos', ‘La familia perfecta’, 'Doctor Mateo'), tendrá su estreno internacional en el Festival BOGOSHORTS, que se celebra en Bogotá (Colombia) del 2 al 9 de diciembre de 2025. La película participa en la 'Competencia Internacional: Ficción (CI-FIC)', una de las secciones centrales del certamen, reconocido como festival calificador para los Premios Óscar y los Goya.
'El color gris' se estrenará en Colombia tras haber participado en el Festival Internacional de Cortometrajes ALMA (Mejor Actriz para Marina Salas); Octubre Corto - Festival de Cine de Arnedo (Premio a la Mejor Actriz para Marina Salas); Cerdanya Film Festival; Premios Pávez: Festival Nacional de Cortometrajes Talavera de la Reina (Premio a Mejor Actriz para Marina Salas y Mejor Actor para Gonzalo de Castro); ALMA, Festival Internacional de Cortometrajes de Almassora.
Rodado en Madrid, ‘El color gris’ cuenta la historia de Sara, una cirujana que regresa desde Londres tras el intento de suicidio de su padre, Emilio. En un encuentro de apenas veinte minutos dentro del pabellón psiquiátrico donde él está ingresado, ambos se enfrentan a la distancia emocional que los separa y al deseo —difícil pero necesario— de reconstruir su vínculo. Un retrato íntimo sobre la fragilidad, el duelo y la posibilidad de volver a mirar al otro.
Para la directora, ‘El color gris’ nace de una experiencia personal marcada por la pérdida y la reconstrucción emocional: "Mi padre intentó suicidarse tres años después de morir mi madre. Escribir esta historia ha sido una forma de reconciliarme con ese momento. Nuestra salud emocional, individual y colectiva se construye, por un lado, con grandes dosis de justicia social y por otro, con la calidad y la fuerza de nuestros vínculos sociales y familiares. Sin ellos nos derrumbamos. Pensar en el dolor de mi padre, dialogarlo, escucharlo con plena atención, me ha ayudado a volver a mirar el mundo con extrañeza y curiosidad, también a mi padre. Y esto es un regalo precioso”.
Escrito y dirigido por Marina Velázquez Benítez, ‘El color gris’ cuenta con Sara Gallego Grau ('La buena letra'), 'como directora de Fotografía y Elia Robles (‘As neves’) en la dirección de Arte. Pablo Barce ('Cómo cazar a un monstruo') firma el Montaje, mientras que Noemí Lallave ('Las chicas están bien') se ocupa del etalonaje. Laura Gantes ('Nails) se encarga del Sonido directo y Eva Escribano ('Votemos') del diseño de Vestuario. Fabián Carmona (‘Segundo premio’) está al frente del trabajo de Maquillaje y Peluquería. Patricia Serrat se encarga de la jefatura de Producción.
La producción corre a cargo de La Terraza Films y Carlos del Valle, con Cristóbal García como productor y Laura Castro Otero como productora ejecutiva.
Con este estreno, La Terraza Films continúa su destacada trayectoria en la producción de cine español contemporáneo, tras títulos como ‘La cena’, ‘Mikaela’, ‘Código Marcos', ‘Segundo premio’o 'Valle de Sombras'. Con una duración de 20 minutos, ‘El color gris’ está distribuido internacionalmente por Marvin & Wayne Short Films.
SINOPSIS
Sara vive en Londres, donde trabaja como cirujana general. Meses después de haberse mudado, tiene que volver a Madrid de urgencia: su padre, Emilio, ha intentado suicidarse. Sara no sabe bien qué esperar; está nerviosa. Quiere estar con él, pero también quiere salir corriendo y desaparecer. La conversación entre ambos tiene lugar en la sala de visitas del pabellón de psiquiatría donde Emilio está ingresado, rodeados de otros pacientes, familiares y enfermeros. Rodeados de silencio.
Esta es la historia de un reencuentro, una historia entre padre e hija. Ambos tienen solo veinte minutos para hablar. Veinte minutos que obligan de nuevo a Sara a tomar una decisión: volver a su vida en Londres o regresar a Madrid con su padre.
NOTAS DE LA DIRECTORA
Hace ocho años y medio que mi madre murió. Hace cuatrro y medio que mi padre intentó suicidarse. Todavía me cuesta escribir o pronunciar el verbo morir. Tiene una fuerza tan monstruosa que me desgarra por dentro el corazón, el estómago, los pulmones, el cerebro, y me tira hacia abajo, hacia la nada, hacia el golpe. Para mi padre, tiempo después de enviudar, la idea de morir tuvo la fuerza de la salvación.
Los meses anteriores estaba muy deprimido, el duelo llegó tarde y a los tres años de la muerte de mi madre se le vino todo encima. Pero el día que decidió morir, encontró la paz, un destello. Menos mal que esa decisión no dio sus frutos y tiempo después ha conseguido encontrar la misma tranquilidad en el verbo vivir.
Mi padre estuvo ingresado dos semanas en la unidad de psiquiatría de un hospital público de Madrid. Era julio y hacía un calor horrible. Yo iba a verlo de lunes a domingo, de cuatro a cinco de la tarde, en horario de visitas. Iba a verlo todos los días religiosamente. Le llevaba ropa, calzoncillos, camisetas, camisas, libros, fotos. Le llevaba una foto cada día, esto era muy importante para mí, que cada foto elegida llegase a mi padre. Se la enseñaba y la comentábamos. Solían ser fotos de él de pequeño haciendo gimnasia en el colegio, de nuestra familia, de mi madre y él, de él y de mí. Intentaba que fueran imágenes donde familiares y amigos saliesen sonriendo, recuerdos alegres, lugares vacacionales.
Decidí llevarle una foto cada día para ayudarle a encontrar de nuevo las ganas de vivir, para recordarle que hay vida afuera, para recordarle todo lo que ha vivido, la gente que lo quiere y lo espera, la de cosas que todavía le quedan por hacer. Ahora, después de haber escrito todo lo que Sara y Emilio se dicen, siento que mi padre y yo también nos dijimos algo parecido aquel primer día de junio de 2021.




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