EL GUIONISTA JAVIER OLIVARES ESCOGE CUATRO DE SUS PELÍCULAS FUNDACIONALES EN "PROGRAMADO POR..."


Nota de prensa:

La Fundación SGAE presenta del 18 al 21 de noviembre de 2025 una nueva entrega del ciclo Programado por…, en el que un reputado cineasta nos acerca a su visión del séptimo arte y a sus influencias exhibiendo en la Sala Berlanga de Madrid (c/Andrés Mellado, 53. Entradas por 3,50 euros, a la venta en taquilla y en entradas.com [+g.g.]) cuatro películas que son fundamentales para entenderlas.


En esta ocasión, el guionista Javier Olivares, conocido por su trabajo en series como Los Serrano o Los hombres de Paco, creador de Isabel y, junto con su hermano, de El Ministerio del Tiempo, escoge cuatro cintas que enfrentan la guerra o el drama social desde la sátira, el humor, la poesía o la fantasía: La kermesse heroica de Jacques Feyder, Atraco a las tres de José María Forqué, El manuscrito encontrado en Zaragoza de Wojciech Has y Big Fish de Tim Burton. El martes 18 de noviembre, como forma de presentación del ciclo, el propio Javier Olivares charlará con el periodista Gerardo Sánchez, director del programa de televisión Días de Cine.


“Solo podía elegir cuatro películas. Podrían ser otras muchas, pero son suficientes”, explica Olivares. “Las he elegido porque como espectador me han conmovido y porque (sobre todo) sin ellas yo no escribiría igual. Ni pensaría las imágenes que pienso antes de escribir. Porque un guionista no solo escribe diálogos. También escribe imágenes. Si no, no es guionista”.


Acerca de las películas, por Javier Olivares

El retrato de la humanidad a través de la sátira y la comedia es una constante en los títulos seleccionados por el historiador y guionista. La kermes heroica (1935), comedia francesa con director (Jacques Feyder) y guionista (Charles Spaak, autor de la genial La gran ilusión) belgas inaugura el ciclo. Una cinta de la que Olivares hizo una versión teatral y que le sirvió, junto a la sitcom de la BBC Allo Allo (1982) y Ser o no ser de Lubitsch (1942), como inspiración y base para el capítulo de Napoleón de El Ministerio del Tiempo (S02 / E04: El monasterio del tiempo). “Ambientada en el Flandes del siglo XVII, es una sátira sobre la guerra, el valor y el honor con los Tercios españoles como motor de la acción”, explica.


Le siguen dos cintas que representan aspectos de la sociedad española: Atraco a las tres (1962), con guion de Pedro Masó, Vicente Coello y Rafael J. Salvia y dirección de José María Forqué y, en cierta medida, El manuscrito encontrado en Zaragoza (1965), basada en la novela gótica del mismo nombre (1805) de Jan Potocki y con guion de Tadeusz Kiawtkowski y dirección de Wojciech Has, del que este año se cumple el centenario de su nacimiento.


La primera utiliza la comedia para retratar una España amarga y gris: “Podría haber escogido muchas películas de Berlanga (sobre todo Plácido), pero he de confesar que esta, además de la obra maestra que es, se rodó en Usera, mi barrio. Y eso es innegociable. Cuando se alaban los guiones de Pablo y míos por su ironía, sentido del humor en medio del drama… Decir que sencillamente tuvimos unos maestros inigualables como Berlanga y Forqué (y sus guionistas)”, confiesa.


La polaca El manuscrito encontrado en Zaragoza es una visión de un viajero romántico de la España de la Independencia que en su periplo. “Una España mágica mezcla de culturas en una película igual de mágica y obra maestra del género fantástico y la aventura que nos abrió la mirada a muchos (entre ellos a mi hermano Pablo y a mi)”, recuerda. La cinta, que fue restaurada en DVD gracias a la insistencia de Jerri García y la financiación de Ford Coppola y Martin Scorsese en 2001, es admirada por Buñuel, Wajda, William Gibson, Susan Sontag, Polanski, Godard, Gillian, Gaiman, Neil Jordan, Del Toro…  y nos acerca a la literatura mágica (y durante años perdida) de este autor maldito.


“Y terminamos con Big Fish (2003), con guion de John August y la dirección de un Tim Burton que (se nota) acababa de perder a su padre”, detalla Olivares, un largometraje que vincula ficción y realidad a través de relatos para todos los públicos de forma maestral, una invitación a soñar con una escritura llena de emoción y que recuerda al espectador que la vida puede ser un abrazo cálido si dejamos entrar en ella la fantasía. “Ocurre en un pueblo ficticio de Alabama, pero también en mi corazón y mis recuerdos. Homenaje a los ausentes que siempre están presentes”, explica. “Imprescindible en unos tiempos en los que la emoción y la metáfora han sido desterradas de nuestras pantallas y de nuestras vidas a cambio de sobrevalorar lo meramente tangible, cuando no hay nada más intangible que los sueños. Sin ellos, ¿merecería la pena levantarse de la cama cuando suena el despertador?”, reflexiona.

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