Doris y Simon, dos niños se encuentran en casa del detective Dylan Dog relatando como un monstruo llego a matar a su padre. Al día siguiente se van a la pequeña residencia donde viven, un lugar donde la tranquilidad se mastica en forma de imposición. Teniendo un jefe de policía que mantendrá el orden de una forma muy autoritaria. Pero ¿como puede entrar un asesino dentro de una residencia tan, presumiblemente, protegida?
Ogolino Cossu hace una obra maestra con el juego de las sombras y el tinteo en negro y blanco. Me ha llegado a gustar como retrata a Grouncho, un personaje que no siempre ha salido tan favorecido en todas las aventuras de Dylan. En la parte del guión Pasquale Ruju relata una aventura que te hará meterte desde el principio y no dejarlo. Con unos giros dentro del relato que te harán su lectura mucho más animada.
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