Ahora me ves 2, ¿eres más lento que el malo? aquí más bien, eres más previsible...

En primera instancia, hay secuelas que te piden que veas su predecesora, para que puedas entender, hilar la trama, tal y como la muestran tras sus guiones. Ahora me ves 2, cumple con todos los requisitos, para que, si no has visto la primera, la segunda te quedes con una cara de: "Tío, no entiendo nada de lo que me cuentas". Por eso "Ahora me ves", levanta la curiosidad, para llevarte a un clímax de entretenimiento, donde la personalidad de los personajes, juegan a ser los flautistas de Hamelin, en su versión del cuento, no en la historia real, y en los Robin Hood de la nueva era. Los jinetes, que cabalgan entre las cartas trucadas, los hipnotismos, y los escapismos, se la vuelven a jugar a un mismo antagonista, que se muestra muy poco listo y demasiado confiado ante su posibilidad de éxito. En esta ocasión con la presencia de Daniel Radcliffe, el cual deja su varita de Hogwarts, para no creer, ni entender la verdadera esencia que es lo que aporta la magia. El pillaje y esconder más los trucos, que el que te pueda estar investigando.Eso si al final, llevas todas las cartas marcadas, de una forma que tu contrincante no pueda llegar a verla. Pero, como se suele decir, ni eres el más inteligente, pero si te pasas de esa raya, puedes caer en ser el màs tonto. En eso, es lo que realmente llega a consistir la película en sí.


Una de las cosas que más me ha llegado a llamar la atención, es ver como Morgan Freeman, y Michael Caine, sean dos antagonistas, pero que llevan mucho más el peso de la cámara que los propios protagonistas de la película. Su veteranía, juega un gran papel, para que puedan lucir, ante unos personajes, que podrían llegar a dar un poco más, ya sea de maldad, pues no tienen esa faceta tan retorcida. Pues, se ve desde un comienzo que el film es más bien para todos los miembros de la familia. Llegando a llevar los robos, a una forma de espectaculo, donde ocultan el lado más oscuros, que hay en cada acto, recreándose en un mero festín, donde no falta el propio confeti. Aquí es donde el director, llega a conseguir hacerlo. Dentro de poco la tercera parte, disculpenme si no salto de emoción...

Nota: 4'5/10.

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