La cordillera, esa punzada sin hilar, y que deshace toda la trama

Que dificil se me hace decir, que estamos ante uno de las mejores interpretaciones de Ricardo Darín; pero una de sus peores películas. Como cogen la trama de un film, que puede dar mucho juego, para el guionista, y poder deducir, como éste mismo, en medio del trabajo, se fue a fumar un cigarro, a tomarse un café y cuando regresó, tuvo que cortar un guión a medio hacer, ya que el tiempo se le había acabado. Sí, este puede ser un chiste malo, pero para chiste malo, el que se haya podido tragar este film, y diga que es una buena película. Pues tiene todos los visos, para ser una de las peores producciones del año. No llega a redondear el film de thriller político, tampoco sus historias secundarias, que llegan a definir de alguna forma al personaje, sin llegar a redondearse, con la trama principal de la película, y demasiados puntos muertos, que para mi, sobran en todo el momento. El director Santiago Mitre, no ha sabido llegar a llevar el trama a un buen puerto, dejando algún fotograma, y este mismo, con demasiados interrogantes. Sin llegar a cerrar ninguna puerta, en medio de unas intervenciones, que dan el Do de pecho. Sin duda, algo se quedó en el trailer, que en el desarrollo de la película, no supieron encajar, o cuadrar. Para dar ese remate final.

Por un lado, observando la política actual, el final del film, no es nada creíble. Es como prohibir meter a la serpiente dentro de tu casa, pero si quedarse con los huevos, de esta misma. En el trama personal, nos encontramos con un dirigente muy oscuro e idealista. Con muchas sombras, y al mismo tiempo, queriendo lidiar su cara más limpia. A base de no hacer nada. Más allá de llevar un cometido, que poco aparece quien realmente, maneja los intereses del país. esa mano oculta, esa voz que da la última palabra, para hacer y deshacer. Quedando al film, como un sueño muy bonito, y al mismo tiempo, nada realista. 

Nota: 4/10.