La directora Mar Coll explora el lado más terrorífico de la maternidad en el thriller dramático ‘Salve María


Nota de prensa:

La directora Mar Coll ha presentado en la 69ª Semana Internacional del Cine de Valladolid el estreno nacional de su tercer largometraje, Salve María, a competición en la Sección Oficial. La cinta, premiada en el Festival de Locarno, supone el regreso de Mar Coll a Seminci, que inauguró su 58ª edición con su anterior largometraje, Todos queremos lo mejor para ella. Plantea una historia nada complaciente sobre los sentimientos y emociones ambivalentes hacia la maternidad protagonizada por Laura Weissmahr y Oriol Pla.


La noticia de un infanticidio, cometido por una conocida lejana, trastorna hasta los límites de la obsesión a María, una joven periodista que vive su maternidad reciente marcada por el agotamiento y la angustia de no estar a la altura. Con esta premisa, que parte de la novela Las madres no, de Katixa Agirre, Coll se asoma al abismo oscuro que puede significar la experiencia de la maternidad puerperal, llevándola a un territorio inquietante que juega con los códigos del thriller dramático y el terror.



Maternidades oscuras


Salve María es la tercera colaboración entre Coll y la guionista Valentina Viso. «El proceso lo iniciamos juntas, preguntándonos qué podíamos hacer que nos motivara a las dos. En ese momento yo tenía un bebé de menos de un año y Valentina ya había sido madre hace años. Así que empezamos a explorar el tema», reconoció la directora. «Todo esto coincidió con que leí la novela de Katixa y me impactó mucho precisamente, porque yo estaba atravesando ese proceso. Y con Valentina nos pareció buena idea abordar una adaptación, lo que nos permitía un proceso diferente al que habíamos hecho hasta ahora».


Por su parte, Viso ha compartido que querían rehuir de la autoficción; hablar de la maternidad, pero no desde la experiencia propia. A lo que Coll ha añadido: «Queríamos alejarnos del cine intimista y realista. Nos motivaba la idea de hacer algo que tendiera hacia el género y hacer una película muy expresiva. Queríamos contar la maternidad de una forma más visceral, que fuera algo pegado a la experiencia de la protagonista».


El reto de interpretar a esta madre en conflicto ha recaído en Laura Weissmahr, quien ha vivido la experiencia de su personaje como propia: «Fue un gran reto, porque yo no soy madre y al comienzo me sentía como una impostora. Ensayamos con Mar durante casi tres meses e hice toda una construcción racional del personaje, investigando y leyendo. Pero. cuando empezamos a rodar. me di cuenta de que era algo mucho más intuitivo y emocional, de plantarme en el presente con el bebé y llevármelo todo a mi propia oscuridad. Sentía lo que mi personaje siente, tenía miedo de hacerle daño al bebé, era todo muy real». Y añadió: «Creo que Mar ha conseguido algo muy bonito y es que como espectador haces el viaje con el personaje. A mí como actriz me ha pasado exactamente lo mismo».



Poner en palabras


Sobre la adaptación de la novela de Katixa Agirre, Coll ha comentado que el proceso de escritura fue muy largo. «La novela mezcla diferentes géneros, tiene esa parte de thriller, pero también de ensayo y crónica periodística. En un comienzo, la película iba a ser sobre la maternidad y la escritura, pero poco a poco nos fuimos alejando de ese punto de partida más intelectual para irnos hacia la emoción. Aunque esa otra capa está ahí, el conflicto principal de la protagonista, ese rechazo que siente hacia su bebé, es algo que aportamos nosotras».


Siguiendo esta línea, Viso ha apuntado: «Tuvimos que girar el orden de lo que iba por delante y por detrás. Porque teníamos la sombra del infanticidio, una madre atormentada y un bebé. Y lo que te atrapa es esa amenaza latente a lo largo de la película. Ahí supimos que las reflexiones de discurso tenían que quedar en un segundo plano».


Coll también ha hecho énfasis en la importancia de la palabra para su personaje principal: «El arco de la protagonista tiene que ver con la imposibilidad de nombrar y poner en palabras lo que le está sucediendo. Hay un estigma con estas maternidades que están fuera del relato mayoritario. Y el desapego que María siente es tan grande y fuerte que no es capaz de admitirlo, ni siquiera a ella misma. Es una incapacidad que viene de la culpa y queríamos mostrar ese viaje de ella hacia el poder decir y expresar lo que siente».


La productora María Zamora, reciente Premio Nacional de Cinematografía, ha coincidido en que este es un tema tabú del que se habla muy poco. «Es cierto que en los últimos años el cine y la literatura han hecho más al respecto, pero se tiene que seguir haciendo. Entre la madre arrepentida y la no arrepentida hay un montón de grises, y creo que mucha gente se va a ver identificada en esta película».



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